VENENO
U n sarpullido en mis manos no me deja rascar mis ojos nublados de fantasmas habitando mi sangre, negándose a quedar tranquilos. Son como gusanos alimentándose de mi carne débilmente sazonada a través de los años. ¿Qué hacer con mis ojos? Los cierro, pero la picazón de mis pupilas me tienta a seguir observando el alimento que tanto desean. ¿Los gusanos? Escusas de mi mente que no quiere dejar de mentirse en la agonía de la agujereada carne que hierve mi sangre, gritando en el despojo de la palabra que no puedo decir, porque mi lengua se tiñe de lombrices. Veneno que supuran un mal aliento que todo lo asesina, no es ira es el alma que se me retuerce en ganas de rascar esas ampollas en la piel, así la libertad de los gusanos descontamina mis ojos que quieren ver con claridad ¿Qué es lo que deseas ver? me balbucean las manos temblorosas. Ya estas envenenado por gusanos que se empanzan de tu existencia tus entrañas son el pálido reflejo de lo que añoraste de joven, no vale la pena qu...