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SEGADA

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Sembrando muertos el tiempo me dio cuarenta azotes menos uno. Mis pies surcan la nostalgia y consumido bajo el sol canto historias. Cuarenta azotes menos uno me dio la vida para que el llanto de mis experiencias nutriera almas muertas sembradas en verano. Reverdecen almas en el campo los otros con guadañas en sus manos entretejen sus cabellos esperando a que maduren, agrietando la tierra que emana vapores de muertos que no prendieron. Cuarenta azotes menos uno me da la angustia de familias que me culpan por mal sembrar muertos. Camino por interminables campos sembrando muertos fertilizados con culpa para una buena queja. Cuarenta azotes menos uno me da la vergüenza. por no haber detenido a tiempo la saprofita vida que lo consume todo. Los otros escuchan a la tentación venir, me observan Tienen miedo… A paso firme la escucho gritar marchitando todo a su paso. Espero cuarenta azotes menos uno de un látigo con bocas, lenguas, dientes cariados Detrás el silencio cura mis heridas que ...

LA CARNADA

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La carne sabe de su historia y se desangra en la orilla de algo. Los gusanos huelen el temor y el pavor de la muerte abre el camino a las alimañas, farolas bien blancas marcan una senda que la carne no percibe como propia y sucumbe a las trampas del tiempo. La carne no tiene ojos solo siente un contacto ausente que la hace supurar farolas de luz blanca. Los otros escondidos en la luz borran con mutiladas manos las hojas de los libros tus libros... Detenida en la orilla de algo la muerte se quita la ropa manoseando almas. En indómita quietud se tiñe de hambre y sufre. Las alimañas acechan el instante y marcan el ritmo fúnebre de lo existido, la carne lo sabe, pero solo contempla las mutiladas manos de los otros que borran libros sobre farolas de luz blanca. El corazón late pesado en el mazacote de carne que observa a la muerte buscar un camino. La carne no tiene ojos, pero sabe lo que se viene. las farolas se apagan sobre los ojos de los otros que enceguecen el silencio y s...

BREA

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  El desprecio de la quietud impregna mis huesos de brea, en la multitud veo todo y entre viscosas miradas extirpo sus voluntades delatando  desesperación. Hueco de malas palabras, las personas se corroen con mirada de envidia mientras con sonrisas regaladas se dan la mano cuerpos desnudos fornican en soledades compradas, raras, tristes. Quiero un volcán en la memoria y un rio en mis pensamientos felices todo lo pinto con brea, todo lo trago sin masticar. Horas… Expectativa confluyen en la desesperación de otro que no sabe nada contando su respiración se pierde eligiendo un buen decorado. Hola como estas me dicen los otros oliendo mis fluidos. Comiendo. Tejiendo con errores termino la trama de cuerpos inútiles, sexuales que se viste de mi de  vos de tu. Brea, cuerpo, muerte y dilatamos todo con el calor de un rancio olor a culo. Preñado de incertidumbre creo que no voy a salir vivo la noche me castiga con pocas palabras  la vid...

CRISALIDA

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Aletargado de lujuria desencadeno en mi cuerpo el estado   crisálida. el espacio es pequeño para complacerme, tirano de mis acciones, me penetra la noche. Camino por la estrecha luz de este acto morboso y sin dejar  pasa a la circunstancia, acuchillo, mastico sus dientes, lamo su sangre, me baño con sus entrañas. La noche asecha mis debilidades, pero no le tengo miedo. Es la mirada blanca de los otros que me recuerdan la luz de una noche amiga y compañera luz intensa sofocante anuda mi garganta. silencioso corro la nada y encerrado en el espacio rompo, metamorfosis ajena a mi mundo me encierra en formas lejanas a mí. Mosca, mantis, lenguas pegajosas que encarnan la muerte por ahogo de supuestos. Me niego al grito del silencio que amordaza mi lengua mis mentes mis almas. Humedecido los otros me siguen orinando con el cálido mundo encienden fuegos a la memoria que me tienta a morir. No debo ser algo que acostumbre transformarse, a encerrarse en el...

ESPEJISMO.

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Luna llena de aquelarres olvidados en el desierto, contemplamos los otros que no fueron.  Amistades comidas por las circunstancias.  Midiendo mi existencia me ahogo en agua caliente y brebajes tranquilizadores,  no se espera escondido la lluvia, porque nunca toca el suelo salto sobre el lomo de un ave y mamando sus plumajes me exilio de mí. caigo en colchones de nada, rejuntando mis viseras logro descubrir que nunca sangré por nadie. Camino sin que la lluvia me toque, sin que alguien me limpie, nadie toca a nadie y todos se muestran los dientes cariados, con delicadeza esculpidos en  escupitajos de experiencias malditas. Las brujas rodean tus circunstancias, tus amigos se alejan de ellas y amotinado sobre un espejo revientas de incomprensión.  Los otros arrojan sus primeras piedras aplastándote con moral bien escrita, gritas al mundo tus vanidades que sin darte cuenta te reflejan mentiras que exhiben tus...