ACUERDO
Corres por un callejón de música instrumental, y entre medio de acordes disonantes te ríes del desprecio. Eres la conjunción imperfecta de decisiones mal entonadas, atragantadas con teclas y cuerdas. Tratas de soplar para que el sonido se digne a gritar, que solo eres un punto insignificante en el pentagrama de la existencia. Desparramas rumores que desafinan tus formas y entre medio de una orquesta polarizada dejas de hablar, para ver, como el contratenor se siente discriminado por el contra alto que no sabe que son lo mismo pero diferente. Y mientras te regocijas en el caos que tocas todos los días, las partituras te juzgan con el peso de una batuta ingenua que poca idea tiene del pecado que cometiste. Eres el desacorde que acuerda con el diablo, y te prendes fuego en cada función para evitar ser reconocido en la calle de los despreciados. Ríes porque no sabes llorar, quemando cada nota log...