LA BALA.
La bala borro los recuerdos del niño
congelando su mano, enrojeció sus ojos
llanto de la última contracción,
el útero acalambrando sus entrañas observo el rompecabezas reventando frente de si.
la locura dibujo con sangre el arrebato de la cordura.
Inmutable el movimiento que se paralizo con un tiempo muerto…
Gritó desgarrando la garganta estrangulando su lengua con las cuerdas vocales sin saber que decir.
la paradoja del útero tomo la fría carne entre sus piernas, pero la vida no se pudo volver a parir
Los otros se estremecieron de angustia tomando un refresco con la tristeza
Que canjea sus cupones.
silencio tras un corte de cámaras que deja caer lágrimas multicolor.
¿me conmuevo?
Importa…
miró hacia atrás y convertido en sal observó los ojos enrojecidos de una maternidad caduca.
El sufrimiento lo alimenta de puntos de vista dijeron los otros,
la sal sazona el resentimiento de sus críos que alimentados con balas cultivaban recuerdos.
Nunca más se vieron…
todos los días se saludan,
mirando en el espejo los gusanos que alimenten sus salitrosos corazones.
congelando su mano, enrojeció sus ojos
llanto de la última contracción,
el útero acalambrando sus entrañas observo el rompecabezas reventando frente de si.
la locura dibujo con sangre el arrebato de la cordura.
Inmutable el movimiento que se paralizo con un tiempo muerto…
Gritó desgarrando la garganta estrangulando su lengua con las cuerdas vocales sin saber que decir.
la paradoja del útero tomo la fría carne entre sus piernas, pero la vida no se pudo volver a parir
Los otros se estremecieron de angustia tomando un refresco con la tristeza
Que canjea sus cupones.
silencio tras un corte de cámaras que deja caer lágrimas multicolor.
¿me conmuevo?
Importa…
miró hacia atrás y convertido en sal observó los ojos enrojecidos de una maternidad caduca.
El sufrimiento lo alimenta de puntos de vista dijeron los otros,
la sal sazona el resentimiento de sus críos que alimentados con balas cultivaban recuerdos.
Nunca más se vieron…
todos los días se saludan,
mirando en el espejo los gusanos que alimenten sus salitrosos corazones.
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