LOS HUESOS




El desaliento imprime en la memoria golpes que tallan los huesos,
Las formas son el ciento por uno.
Llora una y otra vez sin querer ver su reflejo en una copa de vino o en el sudor oxidado de una piel prejuzgada.
Camina sin ver las oportunidades, mareado con el vomito de dedos que dibujan sus desventuras.
Recurre a las historias pero solo recuerda la parte del lobo, devorado por chanchitos y caperuzas.
Su corazón se mina de trincheras y soldados que se asesinan a la orden de inténtalo.
Poco apoco se agrieta el musculo de los sentimientos, y en la arritmia de la insensibilidad estropea lo poco que le queda.
No mariconees y sigue corriendo, en la llegada te esperan los restos de huesos,
Los más gastados por las fricciones de la discordia, te darán las felicitaciones por querer terminar roto.
Respira profundo, uno, dos, tres y exhala,
Desínflate, el peso de tus disfraces te ha tiro al piso varias oportunidades.
Quebrado están tus huesos, de plastilina inventaste prótesis,
Señalado por todos te fuiste derritiendo y bañado en la babosa nada explotaste.
Encabronados huesos, gritaste, tocando la meta todo se convirtió en arena.
Llora mucho… muchísimo y si tienes suerte la arena se transformara en barro.
Tapa tus trincheras, remienda tus huesos y comienza a correr, mira que la vida no te da tregua y lleva la delantera.

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