LA ROÑA


Mal gastada la roña que lubrica las mezquindades.
Criticas sin sentido.
La piedra choca con otra piedra, otras diferente a ella.
Rozan desesperadamente oyendo sus gritos, los gritos.
Poco a poco la roña fluye, las baña, las sofoca.
Sin poder respirar se detienen un instante.
Concentran.
Concentran……
Un segundo de magnitudes astronómicas se hace presente.
Explosión de amarga vivencia la derrite.
Se ha perdido la piedra,
Las piedras.
Nunca lograron transformarse.
La roña,
Esa de todos los días,
Con fina perseverancia
Forja en la misma entraña de la piedra,
El triste destino de ser solo una piedra.
La decisión nunca le dijo al segundo.
Detente.
Hoy soy piedra que se sabe diamante.
Y me lo creí.

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