
Dos leviatanes disputan en el fango de sus inseguridades. El reino de los más ineptos, Se desase. La abuelita ríe a carcajadas, caperucita Tiembla sobre las baldosas de la inocencia, Mal parida. El lobo bocado por bocado la devora, Se indigesta, Vomita. Y en lienzo donde todos quieren tomar el te, La hipocresía realiza su mejor pintura. Los leviatanes la contemplan, susurran en secreto, Solo eso. Esperando a lo lejos que la abuelita deje de reír.